Félix Sánchez
«Hay que entregarlo todo, todo el tiempo»
No sabría decir que me impresionó más al conocerlo, si su encantadora sencillez o su pasmosa honestidad. Y es que ganar oro en dos olimpíadas diferentes, ser el foco de atención en los juegos olímpicos de Londres 2012 y el hecho de que al estadio de Santo Domingo se le haya cambiado el nombre en su honor, convirtiéndose así en el “Estadio Olímpico Félix Sánchez” hacen del “Súper Sánchez” algo más que una celebridad, más bien un icono de nuestra época.
Al compartir con Félix su carácter tímido y agradable me inspira una confianza y familiaridad que me hacen percibir la grandeza de este ser humano. Grande por su humildad, grande por sus proezas y por esa capacidad invencible de lograr lo que otros calificarían de imposible, aún cuando la lógica indique exactamente lo contrario.
Lo primero que le pregunté, pues me daba mucha curiosidad, fue cómo nació el sobrenombre Súper Sánchez “Todo comenzó mucho antes del tatuaje que me hice en el brazo en el ’98” me dijo. “Solía entrenar tan dura e intensamente y con tanta concentración, que mis compañeros empezaron a llamarme así. A mí me gustaba, sobretodo porque coincidía con la inicial de mi apellido y así se quedó”. Y no nos sorprende que esto fuera así, pues solo alguien que trabaje arduamente y con una constancia casi sobrehumana puede alcanzar metas prácticamente imposibles y materializar grandes logros como lo ha hecho este campeón que hizo llorar a muchos este pasado agosto en los juegos de Londres .
Para muchos sería sorpresa enterarse de que Félix entrenó para ser pelotero mucho antes de dedicarse a se velocista, así que decidí preguntarle si se complace hoy con el posicionamiento que ha logrado como atleta, y como se siente con el hecho de que no haya podido cumplir su deseo de jugar beisbol, “ Me hubiera encantado llegar a las Grandes Ligas… ¿a que joven dominicano no le gustaría vivir ese sueño?” me dijo, “pero creo que Dios tiene un plan para cada persona y yo fui bendecido con la capacidad de correr y la fortaleza de seguir a través de las altas y bajas de mi carrera. Realmente lo único que siempre quise en la vida fue competir, ganar una medalla y enorgullecer mi gente, mi país (…) Creo que lo he logrado con creces y de eso es precisamente de lo que me siento más profundamente agradecido”. Y si le sorprendió conocer sobre la etapa beisbolista de Félix Sánchez, más se sorprenderá al saber que estudió Psicología en la Universidad de
Southern California, ¿qué habrá motivado a un hombre como este a estudiar esta carrera?
“Mi plan era ser terapeuta físico, pero tomé una clase de Biología y me di cuenta de que las ciencias no eran para mí. Entonces me encontré con la Psicología. Me encantó aprender sobre este tema del pensamiento y la motivación detrás de la conducta de las personas, y el gran poder que reside en la mente humana. De hecho puedo decirte que aprender esas teorías y conceptos me ha servido de mucha ayuda durante mi carrera como atleta, pues me ha facilitado los mecanismos para entender como funciona mi mente. Comprender que venciendo la duda y los pensamientos negativos puedo empujar mi cuerpo a límites impensables los cuales incluso a mí mismo me sorprenden”, me comentó y en ese momento llegaron a mi mente las teorías que el Dr. Wayne Dyer presenta en algunos de sus libros sobre el ser humano ilimitado, que con ayuda de su mente desarrolla todas sus potencialidades, ‘aquí hay un ejemplo de esto’ pensé.
Antes de Félix tener como amuleto la fotografía de su abuela que todos vimos en las pasadas olimpíadas, el usaba una pulsera adquirida en Sidney en el año 2000, sin embargo tiempo después la donó a una beneficencia deportiva sin dudarlo, ya que vio
en esta causa “la oportunidad de ayudar y retribuir de algún modo al deporte que tanto le ha dado”, según sus propias palabras, un dato más que me confirma que Félix Sánchez es una persona Bien-être.
Me dijo ser un hombre sin arrepentimientos, que le gusta vivir la vida sin mirar atrás, según el es la única manera de dar el 100% de uno mismo en cualquier cosa que se haga. “No creo que haya una sensación peor que el saber que no lograste tu meta por no haberte entregado a ella por completo y tener que preguntarte toda la vida que hubiera pasado si te hubieras arrojado con más fuerza. Así es que, hay que entregarlo TODO, todo el tiempo”.
Entre sus próximas metas están poder reiniciar con nuevos bríos las gestiones para la fundación que inició en el 2004, terminar de correr esta temporada y luego pensar en lo que le deparará el destino. “Me encantaría continuar representando mi país de alguna manera… ya veremos” nos dice finalmente con ese brillo singular en los ojos que le acompañó durante toda la entrevista, un hombre para el cual la excelencia es solo un punto de partida y la palabra imposible no esta en su diccionario.